Nos levantamos pronto, ya que hoy tenemos unos 200km y muchas cosas para ver en nuestro destino, Burdeos. En el trayecto nos paramos en Roquefort, por supuesto a comprar queso, y enseguida seguimos nuestro camino.
Viajamos por carretera nacional, donde la densidad del trafico es bastante irregular. Disfrutábamos en los momentos en los que íbamos solos, pero cuando los coches y camiones abundaban era estresante.
Llegamos sobre las 12 a Burdeos, descargamos y sin perder tiempo vamos en una moto al centro. La ciudad tiene mucho para ver, torres, catedral, zona antigua y sobre todo la Plaza de la Bolsa, donde nos enamoramos del rectángulo con agua que hay para refrescarse y hacer una ilusión óptica, reflejando toda la plaza.
Después de ver todo y disfrutar de nuestro ultimo dia de vacaciones nos vamos al hotel, hay que descansar para la vuelta.
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